Ogbe Yono cuenta la historia que antes los seres humanos y la tierra vivían separados unos del otro, por este motivo Olofin vivía muy triste y acomplejado, viendo la desunión que existía entre los hombres. El que no tenía que comer se quedaba sin comer porque nadie le daba ni un pedazo de pan, ni lo ayudaba.
Obatalá que también estaba muy triste por eso fue a ver a Olofin, ellos se pusieron a conversar sobre esta situación y llegaron a una conclusión, era necesario mandar a buscar a Shangó para que arreglara dicha situación. Obatalá salió en busca de Shangó, pero al que se encontró fue a Orúnmila, luego de contarle lo disgustado que estaba Olofin y el acuerdo tomado, Orúnmila sacó el Opkuele y vio este Odu y le dijo: No solo hay que buscar a Shangó sino también a Ogún, pero antes de ir a buscarlo es necesario poner atrás de la puerta de Olofin carnes y velas de Ogún, después que hicieron la obra marcada salieron en su busca e iban cantando:
"Ogbe Yono Ogbara, Oba Odeo, ni Shangó aguo omo Ogún ala guedeo"
Ogún y Shangó vivían uno frente al otro cada uno en su tierra pero al ver que Obatala y orula se acercaban salieron corriendo a su encuentro y se abrazaron, entonces ellos les dijeron, que esa unión que habia entre ellos es la que necesita el mundo para que la vida sea más grata y mejor compartida entre todos, para que así Olofin viva un poco más tranquilo y contento.
Al oír esto la respuesta no tardó Shangó dijo: "Nosotros trataremos por todos los medios y con la
ayuda de todas las fuerzas que las distintas tierras se unan, y así los seres humanos vivan más
tranquilos, pero siempre existirán dificultades, envidia, ambición y guerra entre unos y otros,
Ogún y yo haremos que exista alguna unión y buscaremos que algunos seres humanos compartan
sus cosas"
Así se dispusieron a regresar a casa de Olofin y por el camino iban recogiendo un poco de tierra de cada una, así como de las cosas y productos que había en cada una de ellas, mientras caminaban Obatalá le comento a Orúnmila que a pesar de ya haber hablado con ogun y shango faltaba algo, en ese momento Orúnmila vio que había un gallo blanco y lo cogió.
Al llegar a la casa de Olofin Orúnmila se sentó y le hizo rogación a Shangó y a Ogún y le dio de comer gallo blanco y después contentos fueron a buscar algunos humanos para enseñarles el bien, así Shangó con su palabra y Ogún con su fuerza lo lograron la unión de algunas personas.
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