En este camino era el tiempo en que la mujer se rebeló, porque quería ser igual que el hombre en todo. Y aún, valer más que él, y por eso siempre estaban en guerra, debido a esa guerra, no tenía contacto sexual y no había reproducción.
Entonces, acordaron ir en presencia de Olofin para que él sentenciara. Olofin los oyó a los dos, y cogió dos cajitas que se las llevó a la boca y les sopló su Ashe. Seguidamente tapó las mismas, y les dijo:
“Guárdenlas sin abrirlas hasta que yo les indique, y cuando yo los cite a ustedes vendrán con sus cajitas y, yo las abriré en su presencia, y cada uno tendrá lo suyo.”
Así pasaron los días y el hombre mantenía su cajita guardada, pero en cambio, la mujer siempre deseaba saber lo que contenía su cajita, y la manoseaba. Un día no resistió más y quitó el amarre y levantó la tapa, sintió una corriente de aire que invadió su cuerpo haciéndola sentir mal.
Ante eso, fue a ver al hombre y le dijo que ya era hora de ir a ver a Olofin. Pero el hombre le contestó:
“Tenemos que esperar a que nos cite.”
Pero fue tanta la insistencia de la mujer, que cada uno cogió su cajita y fueron a presencia de Olofin.
Este, al verlo, dijo:
“Yo todavía no los he citado, pero ya que están aquí les voy a revisar sus cajitas.”
El hombre, enseguida le entregó su cajita completamente cerrada, y la mujer se la entregó abierta, y le explicó lo que le sucedía y cómo se sentía.
Olofin dijo:
“Lo que sucede es que una de las cajitas tenía la inteligencia y el talento, y la otra tenía la curiosidad, la envidia, la enfermedad y todo lo malo, y como tú mujer la abriste, esto último es lo que te ha tocado a tí.”
Ella dijo:
“Ahora estoy enferma,” a lo que Olofin dijo:
“Sube a mi diestra que mi ego te curará.” Ella subió y al subir los peldaños empezó a sangrar por sus partes y al llegar a los pies de Olofin, se le quitó.
Y Olofín dijo:
“Tú hombre, por tu comportamiento, será el jefe de la familia, te volverás a vivir con ella y tendrás muchos hijos, pero siempre que la veas con sangre, respetarás el contacto con ella.”
To Iban Eshu.
NOTA: Olofin le dijo a la mujer, cada vez que la luna nueva anuncie su luz sobre el mundo, mi palabra será sagrada, Ley para ti y toda la simiente hembra en la tierra empezará a sangrar. Por el eso el periodo normal de la menstruación de la mujer es cada 28 días.
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